No ha podido el invierno de mi vida, ni el sufrimiento causado por tu larga ausencia, borrar los acontecimientos queridos, que nos unieron más allá de las contradicciones y predicciones..
El oráculo emitió su canto muchas veces y como una mujer irreflexiva, tapé mis oídos y no ignoré el canto de las sirenas ni los dedos acusadores, sólo para jugar a ser feliz....
Sin embargo hoy, que la vida se hace cada vez más pequeña y trás la vuelta nos acechan la sombras y se hace más dificil el acontecer existencial, no puedo despedirme de tus cartas, pese a los sinsabores, porque están los campos cubiertos de pequeñas flores silvestres, de yuyos cómplices que velaron nuestro sueños junto al mar, o frente a la tumba del poeta Huidobro..o el canto esmeralda de las olas , por ello, te repito energicamente: ya no juegues porque si me voy primero, como prometiste un día, no se si ya tendrás verdaderamente la fuerza de Orféo para bajar hasta los infiernos a buscarme .
Beatrice ( Amér)
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