Daniel de la Vega escribió una vez que todos tenemos un ángel tutelar, para defendernos de los golpes de la vida.
Cuando tuviste tu primer infortunio tu ángel se interpuso y logró reponerte.
Luego vino otro y otro y tu ángel seguía luchando porque esa era su misión. Pero finalmente fué doblegado, y éste fracaso en su gestión lo fue debilitando, al punto de estar trás tuyo y no al frente como debía.
En lo más profundo de la noche podrás escuchar sus sollozos que son inaudibles y solo los sienten los niños y los poetas.
Por eso esta vez, tómale la mano y dile que todo está bién, reconfórtalo con palabras de comprensión, ayúdalo a sostener un poco el cielo.
Luego vino otro y otro y tu ángel seguía luchando porque esa era su misión. Pero finalmente fué doblegado, y éste fracaso en su gestión lo fue debilitando, al punto de estar trás tuyo y no al frente como debía.
En lo más profundo de la noche podrás escuchar sus sollozos que son inaudibles y solo los sienten los niños y los poetas.
Por eso esta vez, tómale la mano y dile que todo está bién, reconfórtalo con palabras de comprensión, ayúdalo a sostener un poco el cielo.
eternamente tuyo
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